jueves, 1 de julio de 2010

addicted

Autor: Van –Tora- y Dan –Dan-go-
Titulo: better life
Fandom: Original
Advertencias: Toqueteos XDDD!!!

CAPÍTULO 2: Addicted

Bueno Aquí está el segundo capítulo, por ley les recuerdo: Esta historia NO LA ESTOY HACIENDO SOLO, Dan se lleva la mitad de los créditos por su trabajo, tiempo por igualmente redactar y poder su granito de arena para que esta historia salga adelante ¡Recuerden visitarlo también a él!!




-Soy complicado, ya lo sé, pero no puedo evitar serlo, baka- Dijo entre risas, mientras que miraba a el chico frente de si, sonriéndole de medio lado, sacándole la lengua y logrando que este sonriera-¡¡Quiero helado!!¡¡¡E ir a comprar mi libro nuevo y tengo sueño, odio a mi jefe, lo odio tanto!!!

Hacía más de media hora que estaban en ese café, rodeados de holanes y risitas tontas de los chicos que sufrían un coma ante las chicas vestidas de maids. Ese café cosplay se había vuelto su lugar de reunión de cada que salían: Uno del trabajo y el otro de la universidad, además que era el único sitio en el que el menor de ambos pudiera descansar de su vida en casa y el mayor pudiese quejarse libremente de todo, que la mayoría de las palabras que salían de su boca eran maldiciones y palabrotas….Pero aun así el menor le amaba, era su rubio loco y enojón con el que había forjado un lazo en muy poco tiempo. En cuanto al mayor, estaba loco, y eso también se aplicaba hacia el chico frente de si: Le amaba con locura y obsesión, era el amor de su vida y estaba más que seguro de que jamás lo dejaría ir.

Sabía perfectamente que estaba obsesionado con él, con su pequeño, su chocolatito, su panda…Su Dan. Era suyo y de nadie más, porque ¿Quién podía merecerlo más que él? Nadie, esa era la respuesta que siempre hallaba cuando lo pensaba mientras intentaba dormir; Daba vueltas en la cama, con sus audífonos puestos y siempre llegaba a la conclusión de que Dan era suyo, de que sin el moriría…Y de que era un rubio demente obsesionado, posesivo y paranoico que le llenaba de mensajes el celular a la hora que fuera; que se sentaba frente al monitor de su laptop hasta las seis am charlando con su pequeño y se sentía realizado. En cuanto a Dan, bueno, él le amaba, había tardado mucho en podérselo decir, ya fuera por miedo o por que le costaba eso de las relaciones humanas…Pero al final no pudo evitárselo decir y aceptar que ese rubio demente, neurótico adicto a la cafeína era mucho más que su hermano mayor: Porque así habían empezado su relación, jugando a ser el hermano mayor y el menor, riéndose de los demás, compartiendo pensamientos que no pensaban que alguien más tendría y sin darse cuenta, acabó enamorándose de ese idiota rubio que tenia corazón de condominio. Dan suspiró, cerrando su libreta de dibujo tras que Van le lanzara una servilleta hecha bola, exigiendo atención como un niño chiquito, logrando que sonriera

-Ya te he dicho que si te escucho, Van-Esquivo la bola nueva de papel, acercándose a él para besar sus labios suavemente, acariciándole la mejilla al separarse, logrando que el rubio se dejara de quejar y así pudo regresar a su boceto-No deberías seguir viendo películas de terror o leyendo cosas en internet de eso, con lo pálido que estas, las ojeras se te notan mas, gato…

-Sí, sí, pero me gusta leer todo eso. Además yo no veo sombras como tú lo haces, ni bajo a tomar agua con todo obscuro, eres un masoquista tan grande, mi amor-Se rio, ordenando una taza mas de café, sabía que de nuevo no dormiría pero amaba el café-¿Dormirás en mi casa mañana? Es fin de semana, podemos salir a cenar algo u ordenar que nos lleven a casa; comemos tranquilos, vemos unas películas y luego pasamos la noche entera haciéndolo hasta desfallecer.

El rubio sonrió malicioso cuando su novio se sonrojo de golpe y tan solo le miró afirmando con la cabeza y mandándole un besito para volver a lo suyo. El rubio solo se rio bajito, agradeciéndole a la chica que le trajo el café para regresar a su crítica de la sociedad del café.

Media hora más tarde caminaban de la mano por las frías calles, mas el mayor acabo por soltarle la mano para tomarlo de la cintura y pegarle a su cuerpo para darle algo de calor; Los copos de nieve mojaban sus ropas y el sonidos de las pesadas botas cargo del mayor y los Converse del menor eran los únicos ruidos que se escuchaban. La obscuridad había caído de golpe y según parecía era más tarde de lo que habían creído cuando aún estaban dentro del café, pero el tiempo juntos parecía que jamás era lo suficiente: Estaban enamorados, ¿Qué era el tiempo en ese caso? Y de repente Van tomo de la mano a su novio con fuerza, obligándole a correr entre risas divertidas y algunos tropezones. Corrieron hasta la estación de metro, subiendo apenas al vagón que de no ser por una parejita ocupada en besos en una orilla y un vagabundo dormido a unos metros estarían solos. Se sentaron, con el rubio jalando al mayor para sentárselo en las piernas y poderle besar el cuello despacio, mientras el menor ladeaba la cabeza dejándole el campo libre a su novio de mimarle, creyéndose en su mundo; ese mundo que existía cada que estaban juntos y que hacía a ambos olvidarse de que había mas gente fuera de su burbuja, razón que provoco que de repente Dan acabara hincado en la banca, con sus piernas a cada lado de las de su amado, con las manos de este en sus nalgas, mientras sus lenguas húmedas se acariciaban en ese delicioso y húmedo intercambio que había mientras se besaban con deseo. Van solo sonrió a su pequeño al separarse, con un ligero hilito de saliva uniendo sus lenguas, con las respiraciones de ambos agitadas y tan solo se sonrieron por algunos segundos que parecieron años, regresando al mundo real cuando el vagón paró, bajando de este con sus dedos entrecruzados.

-Te amo, gato-Dijo el pelinegro, apretando la mano de su novio en su andar rumbo a su casa, no quería llegar, pero si no lo hacia su hermana menor seguro se molestaría si no tenia que cenar. Soltó su mano para sujetarse de su brazo, tomando la correa de su mochila con su mano libre, suspirando cuando vio cercas la casa, parándose frente al otro, jalándole juguetón un mechón de su largo cabello rubio- Dame un beso antes de llegar, gato

-¿Y desde cuando me lo tienes que pedir? Sabes que te besaría aunque no lo quisieras- Contesto con una enorme sonrisa, jalándolo hacia su cuerpo, enterrando sus dedos entre esas hebras ébano que tenía su amado, explorando con su lengua esa cavidad cálida que era la boca de Dan, con la lengua de este correspondiendo el beso con placer y sintió como se sujetaba de su abrigo por la espalda, pegando sus cuerpos, formando uno solo-¿seguro que está tu hermanita y tu mamá? Podríamos subir a tu cuarto y hacerlo, hace ya dos semanas que no pasamos de besos y caricias-Le susurro entre besos, acabándole por acorralar contra una pared, metiendo su mano bajo su sweater y su camisera. No podía ni quería evitarlo, su novio lo prendía más que nadie, más que ninguno de sus antiguas parejas y el sentirlo reaccionar a sus caricias lo ponía peor

-creo que lo están...ahh...Van-Jadeo ante esa mano que traviesa se atrevió a entrar bajo las telas de su ropa interior y el pantalón a acariciarle; bajando su mano por igual, mas frotando por encima de la ropa ese bulto que mostraba perfecto lo excitado que estaba su novio-Para, Van, no quiero que de nuevo llegue una patrulla y nos vea así en la calle-Le susurro, mas aun sus lenguas jugueteaban entre ellas, como las manos de ambos exploraban sus cuerpos, pero al final alejó al rubio de su cuerpo, acomodándose la ropa y le beso antes de correr-Mañana, mañana lo haremos todo lo que quieras, te amo

Le sonrió y salió rumbo a su casa, mirando hacia atrás y topándose con su novio que tan sólo sonrió de lado, encogiéndose de hombros con un cigarrillo siendo llevado a esos labios que tanto adoraba probar. Dan suspiro antes de meter la llave en la cerradura de la puerta de su casa, siendo recibido por esa jovencita que le reclamó con una sonrisa que llegara tan tarde, pero que le saco un sonrojo enorme a sus mejillas cuando le pregunto si había estado con Van haciendo cosas… en serio que los niños cada vez maduraban más rápido. Tras de cocinarle algunos panqueques y que su hermana los acabara subió a su habitación, sonriéndose amplio al toparse con el mensaje de su novio al celular diciéndole: “Ansió ver tu cuerpo bajo el mío, cubierto de sudor, jadeando mi nombre mientras somos uno la noche entera…” Y con sus ojos turbados de deseo se tumbo a la cama, con su mano explorando bajo su pantalón, masturbándose mientras recordaba lo sucedido hacia media hora más o menos, viniéndose mientras con su mano libre apretaba la sábana, gimiendo bajo el nombre de ese rubio alocado que tanto amaba.

El rubio por su lado había tomado el tren de regreso a casa, sonriéndose tras cerrar su celular cuando el mensaje para su novio fue enviado, suspiro con su cabeza recargada en el vidrio escrito con algunos graffitis. No quería pensar en que tenía que trabajar en unas horas; sábado y el trabajando, vacaciones igual, en serio que detestaba tanto su vida a veces, pero no le quedaba de otra si quería que Dan se mudara con él en cuanto su novio acabara la universidad. Regresó al mundo con las puertas del vagón abriéndose y bajó de este, subiendo de dos en dos las escaleras. Lo único bueno era que de la estación a su casa no eran más que dos cuadras; no era un barrio muy bonito, pero si era muy pintoresco: Lleno de artistas y de restaurants con todo tipo de comida. Sacó las llaves de su gabardina al llegar a su puerta, lanzándoles a una mesita cercana, escuchando como caían al suelo mientras de una patada cerraba la puerta. Se quito la ropa, lanzándole por todos lados, quedándose solo en bóxers y sacó una cerveza del refrigerador para irse a tirar a su colchón. La base de la cama había cedido hacia un mes mientras Dan y el follaban como nunca; el simple recuerdo de sentir como caían al suelo cuando una pata cedió, le daba risa, ni así pararon hasta que el orgasmo les llego a ambos. Encendió el televisor buscando algo decente, pero al no hallar nada se levantó para prender su laptop; Regresando a la cocina para prepararse un emparedado de atún como sacar otra cerveza, dejándose caer en su silla frente al monitor, tecleando su contraseña y darle una buena mordida a su cena; dejando su emparedado de vuelta en su plato para tirarse al suelo en busca de alguna liga con que sujetarse el cabello, detestaba que le estorbara cuando estaba haciendo algo, pero se levanto de golpe al escuchar el sonidito de un nuevo mensaje en el msn, sonriéndose burlón al ver que era su mejor amigo desde que era niño, leyendo sus quejas sobre su pareja, ya tan rutinarias y que él se mofara de esto, coqueteándole como siempre, ganándose solo risas del otro. Cuando Hale se fue, tan solo apago la computadora para mirar su techo, debía pintarlo que ya parecía en tercera dimensión por toda la pintura botada.

Dio vueltas en la cama, cumpliéndose lo que ya predecía: No podía dormir por toda la cafeína, así que solo se quitó las sábanas de encima para colocarse unos pantalones negros, una camisera de tirantes negra y su gabardina junto a su bufanda, metiéndose sus botas sin abrocharles aun, saliendo de su departamento. Saldría a beber algo en algunos de los bares cercanos a su edificio, vería gente y ya de vuelta a casa, era un buen plan. Pero en algún momento acabo bebiendo de más, terminando por irse tambaleante a su casa, sin saber cómo fue que entro y amanecer tirado en su sillón con el dolor de los resortes que se clavaron la noche entera en sus riñones. Y que de no ser por el mensaje de la mañana de parte de Dan supuso seguiría babeando los cojines y solo se levanto, medio se baño, se ató el cabello en una coleta, vistiendo lo que encontró en el suelo, corriendo rumbo a el metro para irse de allí para el trabajo. Al llegar solo se sonrió al ver a sus compañeros ya vestidos con el uniforme gris, con escoba en mano, no hacer alguna carrera universitaria tenía sus consecuencias y ahí estaba él, trabajando arreglando autos en un taller mecánico. Sólo saludo a su jefe, evitándose de írsele encima y darle en la cabeza con una llave de tuercas cuando le regaño por llegar 15 minutos tarde, abriendo el cofre de unos de los autos, tallándose los ojos para comenzar con su trabajo.

Mientras tanto Dan hacia ya rato que estaba en la universidad, bostezando disimulado mientras que sus compañeros exponían sobre arte en el Medievo o algo así. Miró su celular, sonriéndose ante esos mensajes de queja del rubio de su jefe, cosa rutinaria que de no recibirlos creería que de verdad ya estaba huyendo de la justicia pro que lo había matado con algo que tenia a la mano, que en un taller mecánico…Había mucho con que matar a alguien. Cuando la clase acabo guardo sus cosas para correr con sus amigos rumbo a la siguiente clase, pero alguien sentado bajo un árbol cercano le hizo detenerse y que sonriera amplio, corriendo rumbo a ese rubio alocado que comía una paleta de caramelo con singular alegría. Camino hacia él, ganándose una risa de su novio y que lo sujetara con fuerza contra su cuerpo.

-¿Que no estabas trabajando? –Le pregunto con una sonrisita burlona, sacándole el caramelo de la boca para metérsela a la suya, jalándole rumbo a una banca algo alejada del flujo de gente que ya se sentía observado-No me digas que vienes aquí porque huyes, no es un buen lugar, Van, te hallaran y harás que tu novio vea como te suben a una patrulla- Se rió mientras el otro le quitaba de vuelta su paleta y lo tumbaba a la nieve para abrazarlo.

-No sólo que me dio ganas de verte, mi jefe salió, acabe mi trabajo y un amigo del trabajo venía acá por que la guardería de su hija esta a unas cuadras así que aproveche para que me trajera- Le besó el rostro despacito, llenándole de caramelo la mejilla para lamerlo, sacando su celular de su bolsillo y apagarlo, no quería ni una sola queja de nadie. Buscó sus labios, satisfecho de que su novio estaba tan dispuesto como él a besarse un rato. Acabó por estar encima de él, besando su cuello y labios, limitándose de hacer mas ya que sabía que su novio no era del tipo que le gustaba hacer show del todo. Se separo después de un rato, recostándose en la nieve, sonriéndose amplio-me encantas

-Eres peor que un adolecente, corazón, si no fuera que te detengo no saldríamos de la cama jamás-Le miro ahí tirado y tan solo le dio un pequeño besito en los labios para levantarse, arreglándose la ropa y el cabello, tomando sus cosas del suelo-Espérame a la salida, salgo a las diez, así que podemos ir a desayunar algo juntos. No hagas tonterías, y no seas cobarde, contesta el celular-Le guiño un ojo mientras corría rumbo a clase, sin borrar su sonrisa, amaba cuando su novio llegaba de sorpresa y podían besarse un rato

-¡¡Te amo!!-Fue lo único que grito mientras miraba a ese pelinegro trasero de encanto correr fuera de su alcance, frotándose la cara para regresar al mundo real, acabándose al fin su paleta, pero dejando el palito en su boca para que esas ansias de fumar se le quitaran-Maldito mocoso…

Se rió para tomar camino a explorar el campus, quizás tomarse un café en la cafetería de la facultad, o espiar en las galerías, ya encontraría algo que hacer mientras hacía tiempo para que el amor de su vida saliera. Sacó su celular para ver qué era lo que casi arruinaba su sesión de besos con Dan, riéndose mientras lo miraban los demás extrañados, al ver que era un mensaje de su mejor amigo quejándose de que su compañero de casa le había dicho que apestaba y de su travesura de esconderle el cepillo

-----continuara =D-----

miércoles, 30 de junio de 2010

Better life

CAPÍTULO 1: Hielo


-… maldita sea –murmuró mientras buscaba por el baño su cepillo para el cabello- ¡Hale! –gritó mientras que se arrodillaba para ver tras el lavabo- ¡¿Dónde está mi cepillo?!

Odiaba… aborrecía que justamente a las 6:30 de la mañana cuando ya sólo le faltaba cepillarse el cabello para salir a toda velocidad de la casa ¡su cepillo desapareciera! No entendía que le había hecho aceptar aquel hombre cuando le vio parado a su puerta; ¡Ah! Porque no era un niño, ni un joven como cuando lo conoció ¡Era un hombre hecho y derecho!

Bastante ridículo se debía de ver con su traje perfectamente planchado y arreglado buscando algo inexistente en el baño tras el lavabo. Se levantó quejándose cuando se pegó contra el borde de porcelana… no era su día, sencillamente no lo era. Sacudió el traje con un cuidado impecable, sin prestar atención al espejo del baño o sentiría que empezaría a temblarle el ojo con su cabello por ningún lado y aun mojado porque no se había secado después de la rápida ducha.

-¡Hale! –exclamó cuando abrió la puerta de la habitación del más joven. Nunca había deseado compañía… bueno sí, pero no la del mercadólogo que seguía plácidamente dormido; esa suave respiración que le hacía rendirse a sus intentos de golpearlo por haber hecho seguramente desaparecer su cepillo. Tenía el ventilador prendido a todo lo que daba e igual la venta abierta con el frío de la madrugada… demasiado descuidado, fue a cerrar las ventanas cuando se dio cuenta que sobre el escritorio estaba su cepillo. Cerró bien antes de sentarse en la orilla de la cama, tenía que apagar el ventilador, pero mejor solo lo puso en el primer nivel; Era invierno y aun así Hale ponía el ventilador, de verdad que le preocupaba en ocasiones. Pasó la mano por la frente del menor… no tenía fiebre y seguía dormido ¿Qué iba hacer con él?

Con cepillo en mano volvió al baño para intentar poner orden en su cabeza; una cepillada a un lado, al otro y luego todo hacía atrás, pero al final su cabello hacía lo que quería por su falta de gusto para usar gel o eso pensaba mientras que se miraba al espejo con ambas manos en el lavabo… ¿Hace cuantos años estaba viviendo esa pesadilla? ¿Uno? ¿Dos y medio?... de ser un gran profesor en una universidad importante en su ciudad natal, ahora era menos que un tutor en una escuela de regularización, no podía quejarse del trabajo pero era una miseria lo que ganaba, haciéndole recordar cuando apenas había salido de la carrera…

6:45…

¿¡Porque estaba perdiendo el tiempo en pensamientos tan inútiles?! Estaba por coger su cartera y portafolio de la mesa en el comedor cuando un Hale salió bostezando como león sin reaccionar a saludarle cuando ya estaba fuera de la casa bajando la pequeña escalinata hasta el coche.

-Espera, Jude! –escuchó para mirar al hombre que bajaba tras de él en su piyama de pants y playera de mangas largas, abrigadora para la primera nevada del año- No se te olvide que hoy iremos a comer -se le acercó lo suficiente para dejarlo sin escapatoria entre el auto y su cuerpo, con esa sonrisa de millones de dólares y por lo cual (aparte de su cerebro) era que tenía tan buen trabajo en una empresa publicitaria.

Jude por su parte solo tenía los ojos bien abiertos por la cercanía tensándose ligeramente. Nadie podía adivinar lo perturbador que era Hale por las mañanas cuando parecía que todas sus feromonas revoloteaban por su cuerpo, lo atractivo del cabello ligeramente largo y el flequillo que caía por su frente cubriendo levemente sus claros ojos verdes… respiró profundo para sacarle de encima con un brazo mientras que abría el auto para meter el portafolio y un traje que siempre llevaba por las probabilidades de lluvia o cualquier accidente.

-Lo prometiste –arremetió Hale bajando la cabeza con la mirada hacía el pelinegro que ya estaba por entrar al auto, que seguramente hubiera cerrado si el ojiverde no sujetada la puerta- No me puedes decir que tienes consulta exactamente hoy a la hora de la comida.

-… pasaré por ti –respondió sencillamente el psicólogo cuando al fin pudo cerrar la puerta del auto, bajando la ventanilla mientras que el auto se calentaba- Lleva los seguros de la bicicleta, los dejaste en el armario el fin de semana pasado y date un baño; Apestas

-¡Oye! –soltó el menor cayendo de su nube de golpe ¿Qué se creía ese tonto de Jude?

Se metió a la casa con un leve gesto de frustración, aunque se olfateo un poco ¡No apestaba! Además ¿qué hora era? Buscó su reloj en el frutero, un bonito rolex que adoraba con su alma por ser un regalo de sus padres antes de entrar a la universidad; No era tarde… para él, era demasiado temprano: Su hora de entrada era justamente a las 10:00, pero bueno podía tirarse a ver la tele, limpiar un poco la cocina y ya meterse a bañar; Un plan realmente sencillo de seguir ¡Y hasta podría tomar el camino largo al trabajo para comprar algo de desayunar!

Terminó reorganizando sus tareas: sólo para tomar un licuado ligero antes de hacer la limpieza de la cocina que no era mucho; Jude solía mantener todo en perfecto orden, para ser un psicólogo tenía demasiadas manías… demasiadas. Buscó su celular a los alrededores de la mesa, siempre lo dejaba olvidado en alguna repisa o en los libreros, pero le llamó la atención que estuviera en la mesita de salida con sus llaves ¿es acaso que ya también sus cosas estaban en el plan “Ordena todo” de Jude? Ya mejor no se preguntó nada para llevarse el celular consigo y poder tumbarse cómodamente en el sofá mientras que cambiaba los canales redactando al mismo tiempo un mensaje a su amigo; Seguro ya estaba despierto dándole guerra a su noviecito.

Vivía en una ciudad que desde hace mucho tenía aceptada a la comunidad gay; Una ciudad con un clima templado, bien urbanizada pero con el gusto de un aire limpio ya que era más común andar en bicicleta que en el auto y por ello reñía con Jude de vez en cuando, pero como siempre el psicólogo le ganaba de forma monumental argumentando que su trabajo estaba en las afueras de la ciudad… aunque ya lo había visto visitar algunas tiendas de bicicletas; ¡No era una acosador! Es que los mejores locales estaban en el centro de Copenhague.

Pasó por tercera vez por el mismo canal al darle la vuelta a todo lo que había en televisión, odiaba que cuando quería sentarse a ver algo en cierta hora no había absolutamente nada que ver ¿Entonces para que servía su mensualidad del cable? Tomó el celular cuando su buen amigo de la infancia le contesto un “Es cierto, apestas xD” Renegó para luego reírse y mejor ya meterse a bañar.

Siempre tenía que entrar al cuarto de Jude para sacar toallas limpias, no le molestaba para nada hacerlo, le gustaba estar allí, sentir el aroma del mayor por todos lados; su buen estilo al decorar la habitación, siempre dejaba la cama tendida antes de salir ya impecablemente arreglado para el trabajo o si era fin de semana; salir a correr. Abrió el closet para tomar las toallas que le correspondían a la derecha de las del psicólogo, y ya que estaba la puerta abierta atrapó entre sus manos una de las playeras que usualmente usaba su compañero de casa… la había lavado recientemente; Lo sabía porque siempre le ponía demasiado suavizante a la ropa… siempre; Entrecerró los ojos con un poco de añoranza en su expresión, ¿por qué tenía que estar allí lleno de ilusiones y ninguna recompensa?

Cerró el armario con cuidado, andando hasta el baño de su habitación. Como no era el baño principal no era tan amplio pero también tenía una tina y el espacio necesario para no matarse como lo había hecho le primera vez que había entrado a la casa en Berlín de Jude. Se sintió un poco intranquilo cuando se metió a la tina sólo abriendo la regadera, pasándose las manos por los hombros, masajeando un poco entre ellos… la tensión del trabajo, el gimnasio y… Jude… hacían estragos en esa zona. Sabía que para todos era como un gran, pero gran cachorro de labrador que se la pasaba alegremente por el mundo pero cuando estaba un momento a solas le hacía pensar muchas cosas; entre ellas cada que hacía ese masaje para relajar los músculos ya por inercia que había empezado exactamente hace tres años, cuando despertó en un hotel, solo… solo sin aquel cuerpo que había amado como nada la noche anterior, que le había vuelto adicto hasta el alma; Aquel cuerpo que en clases vestido con su estilo formal y la corbata siempre bien acomodada le hizo imaginar cómo sería tenerlo entre sus brazos; con esa cintura bien marcada, la espalda estrecha pero sin dejar de ser masculina, el cabello negro tan rebelde a pesar de que veía su manía de peinarlo con los dedos para acomodarlo lo mejor posible y esos ojos café oscuro… de solo recordarlo tuvo que pegar la frente contra la fría losa… no era justo… si bien había llegado a pensar muchas cosas con él cuando era estudiante, Le había odiado: Por esa actitud tan fría y maldita que tenía que solo el estar cerca te decía “Aléjate de mí”.

Otra cosa que odiaba era recordar la forma en que había actuado mientras bebían aquella noche en uno de los mejores bares en el centro del frío Berlín, justamente en la primera nevada estaban los dos casualmente en ése lugar. Nunca imaginó como ese hombre tan formal, serio y había que decir: Sarcástico y que disfrutaba con hacerlos sufrir estaba frente a él sonriendo con esa naturalidad que a sus facciones le hacía quitarse varios años de encima hasta hacerlo ver como un estudiante común y corriente de la universidad; No se llevaban mucho años, pero la diferencia de ese momento a la clase era tremenda. Una copa, luego otra… luego una competencia de bebidas ¡¿Quién diablos podía imaginar a ése hombre beber tanto y parecer que nada le sucedía?! En cuanto él había quedado tan mareado que tuvo que ser auxiliado por sus amigos y el profesor para llevarlo a un hotel ya que la casa donde se quedaba cuando residía en Berlín tenía una hora para cerrar la puerta.

Respiró hondo de nueva cuenta mientras buscaba la esponja y el jabón. Preparó la esponja con abundante espuma antes de pasarla por su cuerpo, recordando aquellas manos que le ayudaron a llegar a la regadera del hotel para darse un baño con el cual se despabiló bastante, lo suficiente para darse cuenta de la hermosa expresión de Jude mientras reía de sus peripecias; El agua que caía de sus cabellos y recorría su rostro, su camisa color tinto –sí, recordaba bien que ropa llevaba ese día- pegada al cuerpo porque técnicamente se había tenido que meter con él para sujetarle… y fue allí donde todo empezó, cuando se atrevió a besarle el cuello cuando ya lo llevaba a dormir ¡ése era el plan! Simplemente llevarlo a que durmiera, pero en su lugar él le había sujetado de la cintura cuando pudo sentarse a la orilla de la cama, olfatear su pecho… la mezcla del alcohol y la colonia; luego sus brazos protegiéndole como si fuera un niño pequeño. No supo que le hizo echarse a llorar allí, quizás lo injusto en que había sido en criticar al profesor ahora que notaba esa parte que luego se volvió en lujuria pura o quizás sencillamente había sido el alcohol en sus venas… pero al final como en las buenas historias solo había despertado con una resaca de los demonios y con la noticia que la habitación estaba pagada.

Después de eso buscó a Jude hasta el cansancio, pero parecía que aquel hombre que había visto en el bar no existía ya que solamente encontró una pared aun más gélida de la que ya conocía, ahora era “Te mato si te me acercas”, pero siguió confrontándolo, una y otra vez, hasta que accedió un poco a su presencia cuando por tonto se dio contra un poste mientras que lo seguía intentando explicarle a gritos que no lo estaba haciendo por capricho. En casa del profesor después del golpe, aprendió que ése hombre jamás mostraría nada al mundo si éste se lo pedía, tampoco mostraría naturalmente aquella pequeña parte que temblaba como una hoja cuando le pidió que se detuviera de todo eso: Fuera como fuera seguían estando en una institución educativita que como cualquiera castigaba las relaciones personales entre alumnos y maestros. Aun así volvió a consumir la droga que aquel cuerpo representaba… una y otra vez esa noche, hasta que despertó igual… sin nadie a su lado, solo la nota de que había dejado el desayuno y que asistiera a las clases que alcanzara ¡ah! Y que no quería verlo cuando él estuviera de regreso, ¿acaso el destino no podía ser más injusto?

Salió del baño secándose el cuerpo y buscando en su pequeño armario la ropa del día; No tenía junta así que se iría con los pantalones de vestir, una camisa… ¿de qué color iría bien? ¡Ah y claro! Un abrigo… no era tan masoquista con la nieve acumulándose en la entrada. Ya bien vestido se miró en el espejo del pasillo, se acomodo los pequeños detalles y el cuello que siempre dejaba mal acomodado… Jude tenía esa manía de acomodarle el cuello cada que se lo veía mal doblado y que por cierto… debía admitir que en ocasiones lo dejaba de ése modo apropósito. Bueno… cuando era estudiante de penúltimo semestre era lo mismo con quien pasara cerca del psicólogo, tan perfeccionista y discreto en todo, que aborreció a Hale por tanto tiempo por haberlo atrapado y besado cerca de las canchas… así que se podía decir que se sentía complemente responsable de recibir la llamada del Director de la Universidad declarando que se le daría de baja del Sistema… ya sabía porqué pero en ese momento no le importó, así podría estar junto Jude ¿no?... pero al día siguiente le llamaron para avisar que podía volver a sus clases normales; al principio con un toque de soberbia le adjudicó a sus buenas notas y al proyecto que llevaban a la punta de salir a ser un gran negocio, pero pronto descubrió que el hielo podía volverse aun más duro, casi un diamante que le ignoró por los pocos días que le quedaron del semestre, lo buscó en su hogar varias veces pero nunca le abrió, nunca más supo de él hasta que al siguiente ciclo confirmaron lo que había temido: Había presentado su renuncia de la institución y como veía también había dejado la ciudad ¿por qué tenía que ser de ese modo? ¿Ni siquiera un adiós?

Salió de la casa pasándose la mano por el cabello castaño, con la otra ocupada por los seguros para subir la bicicleta al auto de Jude ¡Ah! ¡No se le había olvidado! ¡No lo iba a dejar escapar como la última vez!... ese hombre siempre estaba ocupado y nunca le prestaba ni cinco minutos porque ya estaban discutiendo cosas de cualquier tipo, haciendo que sus contiendas se volvieran bastante acaloradas y el psicólogo terminara huyendo después de soltarle un comentario mordaz cuando sus distancias misteriosamente se reducían de golpe.

Volvió a sacar el celular para mandarle un nuevo mensaje a su amigo mecánico para que se vieran en la noche afuera del taller donde trabajaba y por el cual él tenía que pasar a dejar unos papeles; Tenía ganas de tomar y seguramente Van no se iba a negar a acompañarlo.

viernes, 25 de junio de 2010

Wellcome XD

Bienvenidos a la tierra de los angeles caidos, ciudad vecina de mundo neko, Japon XD. Ok no...pero este blog esta hecho con el simple proposito de sacarme de la cabeza todo eso que me pasa dia a dia en este mundo loko en el que todos vivimos. Cosas buenas, cosas malas....O simplemente el que no acabe volviendome un asesino serial ¬¬

No me considero alguien tan especial, no he descubierto nada, ni sere alguien que cambie el mundo o eso creo hasta ahora. Solo soy alguien que intenta ser reconocido y leido, por si mi sueño de ser escritor jamas se cumple, al menos aqui podre cumplir una pequeña parte de este.